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¿Qué les queda por probar
a los jóvenes de este mundo
de paciencia y asco?
¿Sólo grafittis? ¿Rock? ¿escepticismo?
También les queda no decir Amén,
no dejar que les matenel amor,
recuperar el habla y la utopía.
Ser jóvenes sin prisa, con memoria,
situarse en una historia que es la suya,
no convertirse en viejos prematuros.
¿Qué les queda por probar
a los jóvenes, en este mundo
de rutina y ruina?
¿Cocaína? ¿cerveza?¿barras bravas?
Les queda respirar, abrir los ojos,
descubrirlas raíces del horror,
inventar paz así sea a los ponchazos,
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y con los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte,
esa loca de atar y desatar.