3 de abril de 2008

Televisión VS: Lectura?

Detrás de todo lector, hay un gran intelectual. Detrás de todo adicto a la TV, hay un vago.
Dejando atrás esos disparates de prejuicio, podríamos hablar de dos medios de comunicación que cumplen tareas diferente, por lo general.
Habitualmente, la televisión no está planeada para enseñar a las masas, ni los grandes libros fueron escritos para divertir a la gente, o como pasatiempo.
Hay una razón básica de ser de ambos medios, que los hace diferentes, con consumidores distintos y hasta se losp uede considerar oximorónicos.
Sin embargo, nuevas visiones educativas han intentado abordar otros medios abarcando otras vías para llegar al que aprende.
Así, la enseñanza ha llegado a ocupar un lugar en la Informática y en la TV. Por ejemplo, para quien tenga la posibilidad de ver TV cable, están los canales como Discóvery Channel, The History Channel, National Geographic, etc.
Entonces, podrá un programa exquisitamente completo del canal The History Channel hacer llegar la misma información que un capítulo de algún libro de Historia?
Quizá en una hora de Discóvery pueda un niño captar el fenómeno de erupción de un volcán del mismo modo que si lo hiciera leyendo su libro de texto escolar de Ciencias Naturales.

DESVETAJAS

En el caso de la novela escrita, las grandes historias relatadas durante siglos, no hay un modo más adecuado de descubrirlas si no es leyendo.
Ahora bien, en custión de años se han empeñado los directores de cine en adaptar a la pantalla grande toda clase de obras literarias, principalmente los grandes clásicos y novelas de todo género.
En ese afán, llevaron al telespectador los diálogos que pudieron (o pueden aún) haber leído en su verdadera fuente: la escrita.
Por más acertada que sea la adaptación, no tiene el mismo efecto que la lectura.
Hablemos de suspenso como de romance; el telespectador no necesita hacer trabajar su mente ni desrrollar su nivel de abstracción como cuando de leer se trata.
Es sabido que el consumo televisivo ha aumentado en la última década, y el poco interés de los estudiantes ha aumentado.
Sólo queda entender las ventajas de leer un libro en lugar de aceptar la historia que se nos muestra gráficamente.